"La vuelta al mundo en cuentos"
Nuestras clases han interpretado dos cuentos de la India y Guinea Conakry.
INDIA: El encantador de serpientes
Raj era un hombre pobre pero feliz. Se ganaba la vida como encantador de serpientes. Todas las mañanas iba a la plaza del pueblo. Se sentaba y comenzaba a tocar la flauta. La serpiente iba sacando lentamente la cabeza de la vasija contoneándose al ritmo de la música. La gente se acercaba a mirar y le echaban monedas. Al acabar el día, recogía su flauta y la vasija y regresaba a casa.
Un día decidió ir a la ciudad para tener más público y ganar más dinero. Tuvo mucho éxito. Cuando la serpiente salió de la vasija bailando al compás, un gran gentío se congregó a su alrededor. Entre risas y aplausos le arrojaban montones de monedas.
Al anochecer, recogió la flauta, la serpiente y las monedas y volvió a casa. No se dio cuenta que había tres ladrones observándole que le siguieron hasta su casa.
Raj guardó las monedas en una vasija y la dejó en el desván, sin saber que los ladrones le vigilaban.
Durante la noche oyó un ruido y se despertó. Pensó que la serpiente era igual de valiosa, puesto que le había hecho ganar tanto dinero. Así que subió también la vasija de la serpiente al desván. Viendo las dos vasijas, decidió guardar las monedas debajo de su almohada y dejar solamente la vasija de la serpiente.
Al cabo de unas horas, los ladrones llevaron a cabo su plan. Robaron la vasija y corrieron a su guarida. Cuando la abrieron para repartir el botín se encontraron con la serpiente venenosa y se asustaron tanto que salieron disparados huyendo hacia el bosque y nunca más se les volvió a ver.
A la mañana siguiente, Raj se disponía a comenzar una nueva jornada, pero la serpiente no estaba en el desván. Muy triste comenzó a tocar la flauta y al poco tiempo, la serpiente se acercó zigzagueando. Raj, muy contento, la recogió, la metió en la vasija y organizó una fiesta para celebrar su regreso.
Impresionante el baile y vuestra actitud!!!!
Igualmente impresionantes los disfraces y lo guapísimos que estabais chicos.
GUINEA CONAKRY: El gran baobab
".... Cierto día un conejo fue de paseo por la gran sabana, saltando entre los campos, disfrutando del aire de la mañana, de pronto se levantó el padre Sol y llegó el calor. El conejo buscó como loco la sombra de un árbol para descansar, delante de él vió un baobab.
EL conejo se acercó ante el gran árbol y le dijo: -Por favor, préstame tu sombra. Éste con gusto, le prestó su sombra. ¡Gracias baobab! dijo el conejo, tu sombra es muy refrescante. Pero el conejo, que era muy travieso, se rió y le dijo: Si, tu sombra está muy bien, pero ¿y la música de tu follaje?, etoy seguro de que debe ser una cacofonía horrible.
-Cómo se puede atrever este pequeño ser a dudar de lo linda que es la música de mi follaje. ¡¡¡¡ Le demostraré lo contrario !!!. El baobab empezó a hacer temblar sus hojas y, de pronto, se empezó a escuchar la música más linda del mundo.
Y el conejo dijo: ¡ Gracias baobab!, tu música es espectacular, pero ¿y esa fruta? estoy seguro de que esa fruta debe ser una bolsa de agua tibia nada más.
-Cómo se puede atreber - dijo el baobab este pequeño ser a dudar de lo rica que es mi fruta. ¡Le demostraré lo contrario!. Entonces dejó caer su fruta y el conejo empezó a saborearla.
-Tu fruta es deliciosa, baobab, muchísimas gracias. Pero ¿y tu corazón?l Seguro que tu corazón tiene que ser duro como una piedra.
En ese momento el baobab quiso enseñar su corazón al conejo para demostrarle que no era de piedra, pero le entró miedo de enseñar su corazón a alguien que no conocía. El baobab no se atrevía, de pronto, la curiosidad fue más fuerte y empezó a abrir su corazón. En el corazón del baobab se descubrieron miles de tesoros: piedras preciosas, oro, joyas, plata, telas finas.
¡¡¡Gracias baobab!!!! dijo el conejo. Tú eres el ser más generoso que jamás he conocido, y entró despacio en el corazón del baobab, y tomando el tesoro que habí allí, regresó a casa. Le dió todo a su mujer, quien ni corta ni perezosa salió a presumir con sus amigas lo que le había regalado su marido.
Pero había una amiga que no se alegró de ver a la coneja con todas esas joyas: era la hiena envidiosa. Ésta fué con su marido y le contó todo lo sucedido. El marido hiena, viendo a su mujer muerta de envidia, fue a ver al conejo para preguntarle cómo había conseguido lo que tenía su mujer, para él dárselo a la suya. El conejo, inocentemente, le contó todo: lo de la sombra, lo del follaje, lo de la fruta y el corazón.
Fué así, como el marido hiena fue a ver al baobab, éste, acordándose de lo bien que se había sentido con el conejo, hizo lo mismo: prestó su sombra, movió sus hojas, entregó su fruta y abrió su corazón, donde había miles de tesoros.
El marido hiena, viendo tanta riqueza, quiso llevarse todo. Empezó a arañar el corazón del baobab. Éste no entendía nada, dolido y herido cerró su corazón. La hiena se quedó fuera sin poder tomar el tesoro. Desde entonces, la hiena busca en las entrañas de los animales muertos aquello que no pudo conseguir en el corazón del baobab.
Cuentan que el baobab nunca volvió a abrir su corazón a nadie, porque tiene una gran herida y teme que el vuelvan a hacer daño.
El corazón del ser humano es muy parecido al corazón del baobab, encierra miles y miles de tesoros pero ¿porqué es tan poco lo que se abre?. ¿De qué hiena se acuerda?.
Gracias chicos por poner todo de vuestra parte, en los ensayos, en la colaboración para preparar la escenografía y en la colaboración de los papás para hacer los disfraces y los maquillajes de la cara.
Todo esfuerzo merece la pena y hemos disfrutado mucho con vosotros.
Gracias a las dos clases de parte de vuestras profesoras: Irene y Ruth.
Todo el esfuerzo de los niños no hubiera sido posible sin sus profesoras con lo cual los papás
ResponderEliminartambién os damos las gracias.Enhorabuena.
Muchas gracias, de corazón por estas palabras.
EliminarY gracias tambien a vosotros,los papás, que os volcasteis con los disfraces y maquillajes a pesar del escaso tiempo.
Un beso
Ruth