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martes, 27 de marzo de 2012

Carta de un niño a todos los padres del mundo

Esto es una curiosidad que circula por internet, pero que nos ha parecido interesante para reflexionar sobre muchas cosas.

Queremos compartirlo con todos vosotros.



No me des todo lo que pido. A veces sólo pido para ver hasta cuanto puedo coger.

No me grites. Te respeto menos cuando lo haces; y me enseñas a gritar a mi también. Y yo no quiero hacerlo.

No me des siempre ordenes. Si en vez de ordenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo; pero también si es un castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o mi hermana. Si tú me haces sentir mejor que los demás, alguien va a sufrir y si me haces sentir peor que los demás, seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.

Déjame valerme por mi mismo. Si tu haces todo por mi, yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mi, ni me pidas que lo haga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentirme y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el porque lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estas equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti, y así me enseñaras a admitir mis equivocaciones también.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos. Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa cuando tu no la haces. Yo aprenderé lo que tu hagas, aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tu digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío, no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o " eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme y dímelo. A mi me gusta oírtelo decir, aunque no creas necesario decírmelo.

2 comentarios:

  1. ¡Que cierto es!y que fácil equivocarnos,creyendo que lo estamos haciendo bien.Lo más triste es,que cuando queremos corregir ,quizá ya es tarde.

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    1. Exacto, que fácil es equivocarnos. Pero yo creo que nunca es tarde. Puede que cueste más, pero nunca es tarde. Y... nadie dijo que fuera fácil!!
      Animo!!!

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